Llegó la 15º Luna de Pájaros y seguimos con problemas técnicos sobre todo para quienes nos receptan por internet ya que varios oyentes nos manifestaron que era prácticamente ínfimo el volumen de audio, la verdad una lástima por que el programa fué más que interesante. Y a la tercera noche primaveral la iniciamos con el poema ¨La llama¨en la voz de su autor el Dr. Adolfo Zutel (C. A. Bs. As.) siguieron los saludos a los amigos escuchas y a los cumpleañeros de la semana. Luego el turno de algunas efemérides donde destacamos un aniversario más de la desaparición física de Don Pablo Neruda. Se dieron a conocer fecha de eventos artísticos y no faltó la cuota de humor. En el estudio Daniel Mendieta (Caricaturista) reali
zaba los dibujos de los conductores y el invitado. Luego dos referencias del infaltable ¨Libro callejero¨ y con un poema de Neruda dedicado a Valparaíso se dió la bienvenida a Jorge Mario Ortiz. Él, dice ser ¨Nacido, malcriado y bienvivido en la ciudad de Córdoba...aquerenciado en Valparaíso¨. Pero hay más que decir de él: poeta, escritor y narrador oral, gestor cultural, miembro de El Andén de Los Juglares, de la Escuela Dicho y Hecho y participante del Festival Internacional Cuento Palabra 10. Efectuó una importante tarea de intercambio cultural entre Valparaíso y Córdoba. Creador del espacio literario a micrófono abierto ¨El Rincón del Los Juglares¨ en Cerro Castillo (Viña del Mar - Chile). Ex profesor en Comunicación en la Universidad del Adulto Mayor (Universidad de Valparaíso - Chile). Jorge tuvo la amabilidad de pasar por el programa y dejarnos algunas de sus narraciones como por ejemplo: ¨Don Jerónimo Luis de Cabrera¨/¨La torre Ángela o ellos¨/ y sus poemas: ¨Caminé¨ y ¨Valparaíso¨.SUCEDE
Abordo tu frágil alquimia de piel y palabras
y desembarco en tu desnudez de campanario.
Soy húmedo cincel de tus contornos.
Pájaro que viaja y como polen
lleva tus olores en su vértice.
Muerdo tus labios como muerdo las uvas
y en un océano de sábanas
nos embestimos como barcos.
Te recorro con la paciencia del otoño
y desde la altura inmemorial de mi deseo
me lanzo a tus abismos
audaz como el cóndor
erecto como las consignas.
Me sumerjo en la pleamar de tu vertiente
y en una irreverente sístole y diástole sin tiempos
sucede mi universo.




